Milei en San Juan: 49% de aprobación pero solo 10% de intención de voto

Junio 1, 2025 - 19:29
Junio 1, 2025 - 19:58
Milei en San Juan: 49% de aprobación pero solo 10% de intención de voto

En mayo de 2025, Javier Milei alcanza una imagen positiva del 49 % en San Juan; sin embargo, pese a su respaldo electoral, las fidelidades internas en el electorado local son dispares y exhiben grietas que dificultan la consolidación de su proyecto en la provincia.

Desde su contundente victoria en el balotaje nacional de noviembre de 2023 hasta el día de hoy, la evolución de la opinión pública en San Juan ha combinado un notable optimismo con cuestionamientos puntuales, tanto hacia su gestión económica como en la lealtad de sus propios votantes dentro de la provincia.

Del triunfo nacional a la conformación de expectativas locales

A más de un año y medio de obtener el 60% en el balotaje, los números locales revelan que Milei conserva una imagen favorable en casi la mitad de la población sanjuanina (48,9%), mientras que un 51 % lo valora negativamente, de los cuales un 13,3% lo define como “muy mala” .

Dentro de ese electorado provincial que lo llevó al poder, el 72% de quienes lo eligieron en 2023 en San Juan sigue confiando en su gestión; un 2% admitió haberlo votado “sin confiar” en su proyecto, evidenciando que existió un voto de rechazo al sistema político más que de adhesión ideológica estricta. Sin embargo, el 13,5% de sus votantes confesaba confiar en él en aquel momento y hoy se siente defraudado. En contraste, un 12,5% votó en 2023 sin verdadera confianza y ahora declara haber ganado su convencimiento.

Este intercambio de percepciones en San Juan (ganancias y pérdidas de confianza) construye un escenario donde, más allá de la media general, existen segmentos que pueden reaccionar de distinto modo ante las decisiones de gobierno, especialmente en una provincia que carga expectativas específicas en materia de empleo, inversión minera y desarrollo productivo.

Percepción del ajuste y su impacto regional

Entre los votantes sanjuaninos que lo llevaron al poder, solo el 15,5% está de acuerdo con “seguir ajustando”, es decir, avanzar con nuevas medidas de restricción presupuestaria. Un 48,7% considera que el ajuste realizado hasta el momento “fue correcto pero suficiente”; en otras palabras, valoran las políticas implementadas a la fecha pero no demandan profundización. No obstante, un 29,9% entiende que las dificultades económicas provocadas fueron “excesivas”, mientras que un 5,9% las califica como “malas”.

Este reparto evidencia que casi un tercio del electorado provincial que confió en Milei percibe un desfase entre los costos de las reformas y sus beneficios tangibles, sobre todo en términos de inflación local, costo de vida en departamentos del interior y expectativas de inversión minera.

En paralelo, la evaluación del estado de la economía a escala provincial arroja un formidable contraste interno: el 50,8% de los votantes de Milei en San Juan considera que, en comparación con el año pasado, la situación económica local está mejor; mientras que el 49,2% piensa que está peor.

Es decir, existe una división casi perfecta en la mirada retrospectiva entre quienes atribuyen mejoras a la gestión y quienes las asocian a otros factores. Sin embargo, al proyectar hacia el futuro, el optimismo escala: el 84% de quienes lo votaron cree que dentro de un año la provincia estará en una situación superlativa.

Ese mismo porcentaje (84%) coincide con la imagen positiva que Milei posee entre su electorado sanjuanino. La correlación entre la percepción de mejora futura y el alto entusiasmo refuerza la explicación de por qué, a pesar de críticas puntuales, su base lo mantiene en un lugar de privilegio: la esperanza de que, con tiempo y continuidad en la gestión nacional, las reformas arrojen resultados visibles también en San Juan.

Riesgo de deserciones locales

El respaldo interno de Milei no se traduce de manera automática en adhesión incondicional a su fuerza política provincial o a sus eventuales candidatos locales. A pesar de los altos niveles de imagen positiva y de confianza, solo el 17 % de los votantes sanjuaninos de Milei tenía pensado votar por los candidatos de La Libertad Avanza en las elecciones a diputados nacionales, un 14 % se declaraba indeciso, y en la actualidad la intención de voto para las próximas elecciones nacionales se ubica en apenas el 10 %. El resto manifiesta su intención de respaldar a partidos diferentes, repartiendo su preferencia entre las principales fuerzas provinciales. Esta dispersión indica que, aunque el modelo de gobierno de Milei suscite simpatías a nivel nacional, la lealtad partidaria hacia La Libertad Avanza en San Juan es relativamente débil.

Equilibrio entre expectativas locales y realidad de gestión

Si bien la gestión nacional ha promovido reformas de raíz (como recortes de gasto y apertura a capitales externos), los indicadores locales muestran altibajos: la minería sigue siendo lo que mas expectavia genera, pero los bolsillos de buena parte de la clase media están diezmados por la inflación; y el sector productivo afronta tensión frente a costos de insumos dolarizados.

En este escenario, la división interna de sus votantes en San Juan sobre la magnitud y eficiencia del ajuste implica que Milei debe encontrar un equilibrio que evite incomodar al segmento que considera que ya se ha “excedido” en las medidas restrictivas, sin dejar de satisfacer al núcleo duro que demanda continuidad en la reducción del déficit.

Desafíos para la gobernabilidad y próximos comicios

El efecto “halo” de su liderazgo personal (demostrado en las encuestas de imagen) no parece replicarse automáticamente en los candidatos que presenta La Libertad Avanza en San Juan; por el contrario, enfrenta el reto de ganar terreno en lugares donde los dirigentes provinciales mantienen sus votantes.

Milei corre el riesgo de que buena parte de su votante original (aquellos que hoy no piensan votar a La Libertad Avanza) se vuelquen a candidaturas de partidos tradicionales, debilitando su influencia en el orden territorial y en la configuración de la Cámara de Diputados, factores cruciales para impulsar reformas estructurales.