Sin tiempo para excusas

Tras un proceso electoral tumultuoso y carente de propuestas sustanciales de los candidatos, Marcelo Orrego resulto electo como Gobernador de San Juan el 2 de julio de 2023. A lo largo de 191 días previos a su asunción el 10 de diciembre, tuvo la oportunidad de diseñar un plan de gobierno junto a un equipo político y técnico para encarar el desafío de gobernar la provincia.
En ese lapso, respaldó a Larreta en las PASO y a Bullrich en las generales, postulando a un candidato a Senador con un 71% de desconocimiento y una Diputada que alcanzaba en el mismo sentido el 50%, manteniendo una supuesta neutralidad en el balotaje; resultando en la obtención de solo un cargo nacional de los seis en disputa. Un comienzo quizás poco prometedor desde el punto de vista político.
Es clave reconocer que ningún candidato estaba obligado a postularse y que rara vez se dispone de tanto tiempo para planificar una transición y formar un equipo de gestión. Sin embargo a 20 días de asumir, no solo no ha completado los cargos esenciales para el gobierno provincial, sino que ha designado funcionarios oriundos de otras provincias como Mendoza, Córdoba, Buenos Aires e incluso de Chile; carentes de experiencia pública conocida, lo que podria implicar tiempo perdido hasta que aprendan como funciona el Estado, desplazando a militantes y técnicos sanjuaninos idóneos que apoyaron a "Juntos" desde sus inicios.
Tras una serie de acciones espasmódicas, el 28 de diciembre ofreció una conferencia de prensa donde describió que la provincia se encontraba "en terapia intensiva", una situación conocida previamente por los ciudadanos, con datos que eran de dominio público aun antes de su postulación, sin embargo lo único nuevo que tiene para aportar es que las cuentas públicas heredadas no reflejan un escenario crítico, al recibir una provincia con superávit y activos valuados en 135 mil millones de pesos.
El interrogante es ¿cuál era su propósito de llegar a ser gobernador? Para los sanjuaninos que esperan soluciones inmediatas y no excusas, es crucial que adopte un enfoque proactivo y comience a abordar los desafíos en sectores clave como el productivo, la educación, la salud, la seguridad y la contención a los grupos vulnerables que pronto reclamarán medidas concretas.
No basta con señales de austeridad o discursos; se requieren diagnósticos profundos, equipos técnicos competentes y sobre todo, determinación.