SITUACIÓN LABORAL EN SAN JUAN
El trabajo que a continuación presentamos se realizo durante los días 27 al 30 de Marzo de 2024 en los diecinueve departamentos de la provincia de San Juan, con el objeto de analizar la situación laboral de los sanjuaninos y sanjuaninas en el primer trimestre del presente año, coincidiendo con los primeros cien días de las gestiones de gobierno nacional y provincial.

A continuación se observará el análisis realizado sobre la situación laboral en la provincia de San Juan, en el cual los resultados no solo muestran un empeoramiento reciente de la situación laboral, sino que también enfatiza la persistencia de los problemas estructurales en el mercado laboral.
El escenario laboral en San Juan, en el primer trimestre de 2024, muestra que el 51,3% de la población está ocupada, pese a lo cual, una alta tasa de desempleo del 16.9% resalta importantes desafíos estructurales, así como una palpable brecha entre las habilidades ofrecidas y las demandadas.
Agravando esta situación, un notable 13.1% de la población ha optado por no buscar empleo activamente, lo cual podría interpretarse como un signo de desánimo o frustración frente a las limitadas oportunidades laborales existentes.
El análisis demográfico del empleo muestra que solo un 25% de los jóvenes entre 16 y 24 años logra insertarse en un mercado laboral que a menudo no se alinea con su formación.
En contraste, las personas de 25 a 44 años gozan de una estabilidad laboral relativamente mayor, con un 73% de empleo; sin embargo, este grupo no está libre de dificultades, enfrentando una tasa de desempleo del 20%.
Por su parte, los adultos de 45 a 64 años, tienen una drástica caída, con respecto al grupo etario anterior, en la ocupación que alcanza el 59% de empleo mientras manejan índices de desempleo prolongado, lo que complica aún más su panorama laboral en sus años más experimentados.
La desigualdad de género en el mercado laboral de San Juan es evidente, con un 55% de los hombres empleados en comparación con solo un 47% de las mujeres.
Las mujeres enfrentan una tasa de desempleo superior, con un 17% en comparación con el 16% de los hombres, lo que refleja barreras significativas como la discriminación de género y la falta de opciones laborales flexibles que afectan desproporcionadamente a las mujeres.
Esta situación se agrava aún más por el hecho de que el 18% de las mujeres, frente al 11% de los hombres, no están buscando activamente trabajo, lo cual podría indicar la prevalencia de roles de cuidado tradicionalmente asumidos por mujeres.
En relación con el nivel educativo, la tasa de empleo aumenta significativamente de solo un 29% para aquellos con educación primaria a un 76% entre los titulados universitarios, resaltando el papel crucial de la educación en la mejora de las oportunidades laborales.
No obstante, el desempleo prolongado impacta desproporcionadamente a aquellos con solo estudios primarios o secundarios. Esta discrepancia pone de manifiesto la importancia de una educación que no solo sea accesible, sino también relevante y adaptada a las demandas económicas contemporáneas.
Es particularmente alarmante que el 45% de los desempleados se encuentren en esa situación por más de un año, lo que refleja una alarmante escasez de oportunidades laborales. Además, el hecho de que un 32% de los desempleados haya estado sin trabajo entre tres meses y un año pone de relieve el riesgo de que el desempleo se convierta en una condición crónica.
A esto se suma que un 23% perdió su puesto laboral durante el primer trimestre del 2024, no solo muestra un empeoramiento reciente de la situación laboral, sino que también enfatiza la persistencia de los problemas estructurales en el mercado laboral.
La relación entre la edad y la duración del desempleo subraya los desafíos particulares que enfrentan diferentes grupos etarios en el mercado laboral.
Los jóvenes de 16 a 24 años experimentan una tasa de desempleo de menos de tres meses del 25%, sugiriendo una alta rotación laboral o la dificultad de transición de la educación al primer empleo significativo. Sin embargo, un preocupante 39% de este grupo ha estado desempleado por más de un año, lo que señala barreras considerables para su incorporación estable y prolongada en el mercado de trabajo.
La situación se agrava para los adultos de 45 a 64 años, donde un alarmante 60% ha estado sin empleo por más de un año, destacando la especial vulnerabilidad de los trabajadores mayores en un mercado laboral que tiende a favorecer a los individuos en el rango de edad de 24 a 44 años.
El análisis del desempleo por género revela diferencias significativas en cómo hombres y mujeres experimentan el mercado laboral.
Un 28% de los hombres no han logrado reingresar al ámbito laboral en menos de tres meses, mientras que el 19% de las mujeres presenta los mismos problemas en dicho intervalo de tiempo.
No obstante, es en el desempleo a largo plazo donde se observa la discrepancia más preocupante: un alarmante 57% de las mujeres está sin trabajo por más de un año, frente al 28% de los hombres, destacando problemas específicos como la discriminación de género y la escasez de empleos flexibles que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral.
El análisis sobre la influencia del nivel educativo en la duración del desempleo destaca la educación como una inversión fundamental en el capital humano.
Los datos ponen de relieve que las personas con educación primaria enfrentan desafíos considerables en el ámbito laboral, con tasas significativas de desempleo prolongado, lo que sugiere una escasez de oportunidades laborales para este segmento y su vulnerabilidad ante las fluctuaciones económicas. Asimismo, aquellos con educación secundaria también encuentran obstáculos similares, revelando que poseer un titulo de secundaria no garantiza estabilidad laboral en el panorama actual.
Por otro lado, los individuos con educación terciaria tienden a reintegrarse al mercado laboral de manera más ágil.
Resulta interesante observar que el grupo con educación universitaria, a pesar de tener una inserción laboral inicial más rápida, muestra una tasa elevada del 78% de desempleo a largo plazo, posiblemente atribuible a una saturación del mercado laboral u ofertas laborales distantes a su formación académica.
DESEMPLEO MENOS DE TRES MESES SEGÚN LA EDAD Y EL MÁXIMO NIVEL EDUCATIVO
La fuerte crisis económica que sufre la Argentina en los últimos tres meses, genera en la sociedad una fuerte sensación de incertidumbre y desilusión tanto por las esperanzas puesta en el presente gobierno para mejorar la macroeconomía del país como, también, para un crecimiento personal en lo económico y social. Ante éste contexto el incremento de la tasa de desempleo ha generado un aumento del desánimo social.
La provincia de San Juan no es ajena a esto y una de las variables que repercute fuertemente en la pérdida del empleo, tal es éste punto que no discrimina ni la edad y muchos menos el máximo nivel educativo alcanzado.
Se puede analizar que la franja etaria de las personas entre 25 y 44 años es la más perjudicada con la pérdida de su fuente laboral en el primer trimestre de 2024 con un 59%.
En cuanto al nivel educativo, quienes alcanzaron completar el secundario fueron, con el 47%, quienes más sufrieron las políticas de ajustes en el comienzo del presente año.
En ambos casos se debe a múltiples factores, pero fundamentalmente a que etariamente es la franja con mayor actividad laboral, por ende el desempleo de genera inversamente proporcional, y el mercado (en épocas de crisis) requiere ciertos parámetros de profesiones, o comúnmente denominado “mano de obra calificada”, que pueden ser ofertadas por las personas con universitarios o terciarios concluidos, por ello solo el 6% de esta franja quedó desempleada en el primer trimestre.